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lunes, 6 de marzo de 2017

La trampa de romper una huelga


(R.A)

Reflexión:

Es docente. Educa. Su pretenciosa y pretendida asepsia ideológica; primero los chicos, dejar afuera la política y educar, y toda la caterva de excusas mas o menos elegantes y de manual fracasan. El individualismo de su decisión, posándose sobre lo colectivo (pisándolo también) es política pura.
Usted docente que no adhiere a un paro que discute no sólo cuánto debe ganar por año, aceptando o no un aumento arbitrario e infinitamente menor al aumento que se autodecretaron los mismos que pretenden dictaminar su dinero; está en discusión si el estado del cual forma parte su alumnado (ese que su intento de elegancia pretende salvar) decide cumplir la ley o meterla en el agua estancada del inodoro favorito del ministro. A partir de su desobediencia colectiva, de su falso heroísmo individual, queda en absoluta discusión cualquier valor que pretenda enseñar a sus alumnos. Deberá entrar al aula a desmentir la idea de formar parte de un hecho colectivo; que el peso de lo social es más que una decisión individual. Usted le está enseñando con su gesto al alumno que vale mucho más su decisión autopartista que formar parte de algo más grande e imprescindible, la organización de los pares, el conjunto. Usted está partiendo algo que en pedazos es más fácil disolver. Cuando deba enseñar algo básico y constructivo como es pelear por sus derechos, le va a tener que ocultar que usted no lo hizo. Si no le cuenta que a las injusticias hay que combatirlas, si no lo educa en la desobediencia a las arbitrariedades de quien sea, usted no está educando, está amaestrando.
Si hoy como docente le dio la espalda a sus compañeros, a la ley y a la justicia (no como poder judicial, si no como espíritu que rige sobre el equilibrio de la famosa balanza pendiendo de la mano de una mujer vendada en sus ojos) desista de dar clases por favor. Como padre no quiero que usted no pueda respaldar con sus acciones lo que mande a leer en libros que escribieron otros intentando que nuestros chicos esquiven en su vida actitudes como la suya, y tipos como usted.

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