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lunes, 21 de marzo de 2016

¨Mejor, fugazzeta rellena¨



Días atrás me explicaban con suma lógica una serie de motivos por los cuales no estaba mal pagar una factura de luz incrementada por no tener ayuda estatal.
Entre las explicaciones surgió una que no pertenecía a mi interlocutor, frase escuchada, frase que desde las matemáticas tienen lógica, pero no desde la concepción humana. De todas formas no pude evitar quedarme pensando en ese diálogo. ¨Leo, dos pizzas es la factura de luz, no es tanto, si pensamos que pagamos televisión por cable, internet, telefonía móvil ¿que nos cuesta pagar, incluso es menos de lo que pagamos por estas cosas? La luz es todo, sin luz no haces nada, la luz es indispensable casi todo funciona con electricidad y nos quejamos porque sube la factura de luz ?, algo tan indispensable como la luz no podemos andar mezquinando el pago.¨
Bien,  ese argumento me dejó un poco sin palabras, lo único que pude responder al revoleo fue: ¨Creo que como se dispone de la tecnología necesaria para dar energía a todas las casas nadie debería pagar la luz¨. Ahhhhhhhh en eso si estoy de acuerdo- me respondieron-.
Aquí mis conclusiones: Mi interlocutor no importa porque ese argumento no es de su propiedad, pero si es un argumento que ayuda a la distorsión. Del cual muchas personas terminan por ser víctimas de lo que se repite una y otra vez hasta parecer cierto.
En primer lugar, las cuentas mas claras, dos pizzas para una persona nunca serán lo mismo que para todo un conjunto social, ahí en el mensaje reside la perversa ilusión de que solo me hablan a mí, el mensaje me aísla del conjunto, entonces sólo dos pizzas no influyen en nada. Pero no son dos, son muchísimas mas.
Dos pizzas por cada habitante de una sola manzana donde supongamos entrega una pizzería. Dos pizzas por mes de cada uno de esos individuos para una pizzería de barrio puede significar la gloria misma. En los relevamientos de zona que hacía pizza hut se calculaba que con que cada vecino pida solamente una vez al mes el negocio era sumamente rentable. En algún relato gastronómico podría ampliar la cadena, pero para resumir esa pizza por mes de cada uno de los vecinos nos aseguraba, un local puesto a todo culo, 20 empleados, 10 motos para entrega a domicilio y proveedores de harina, verduras, bebidas y por supuesto quesos y fiambres, cristalería, artículos de limpieza se pongan en movimiento una vez por semana para abastecernos, movían sus productos y su mano de obra, todos y cada uno poníamos en marcha un circuito que damos por descontado al ser casi imperceptibles sus eslabones.
En segundo lugar, a diferencia de la televisión por cable, internet, telefonía móvil,  la luz no es bien de distracción, entretenimiento o status, ese tipo de cosas son privilegios, cosas que uno se puede o no permitir pero que en definitiva no terminan siendo sustanciales para la vida.
La luz, la energía es un servicio de PRIMERA necesidad, como el agua, como el gas, y como bien me decía la persona con la que hablaba, la luz hoy por hoy lo es TODO o casi todo, envuelve una parte sustancial para el conjunto de la sociedad.  Permitir ponerle precio y justificar incluso sus aumentos  habla de lo perfectamente adaptado que se puede estar a una sociedad enferma, y el estar perfectamente adaptado a una sociedad enferma no es un síntoma saludable (la frase no me pertenece pero si me identifica rotundamente). En vez de pensar para mejor, justificamos lo peor. En un mundo donde el negocio está en la escasez, justificar el pago y seguramente próspero negocio a la energía es casi como ponerse la soga al cuello, o una simple ruleta rusa para las próximas generaciones.
Los servicios de primera necesidad deben ser gratuitos y abiertos a todo el mundo, asegurando un bienestar mayor para el conjunto, no podemos permitir que se cobre por el agua, la luz o el gas, todo lo contrario, deberíamos exigir, proponer o crear los medios para que no les falte a nadie. Precisamente porque son sustanciales para la vida. Los Estados tienen la obligación de brindar protección y bienestar a sus ciudadanos, para eso fueron creados, y los integrantes de los estados (nosotros las personas) deberíamos exigir ir en esa dirección. Crear abundancia, salir de pagar cosas que ya no debemos pagar. No hay ningún tipo de justificación para pagar algo que no debemos, que pasaría si alguien nos quiere cobrar por tomar sol al aire libre?
O por respirar en determinadas zonas, o tomar agua de un río? No se puede no? Suena absurdo! Sencillamente porque abunda. Y de no ser así, claramente tendría un precio. Casi por pedido nuestro estamos convirtiendo algo vital en algo que con el correr de los años puede claramente ser inducido a la escasez, o lo que es peor, como ocurre ahora, tenemos la tecnología para crear abundancia y esta retenida porque no es negocio.  Entonces no podemos avalar esa dirección. Ya no es ni comunismo, ni marxismo, ni leninismos, ni peronismos, ni radicalismos, ni humanismos, ni ningún ¨ísmo¨siquiera. Es crear Conciencia nada mas, nada menos.
Tercero, la respuesta más lógica y callejera que se me ocurre puede ser  ¨y si son solo dos pizzas pagalas vos ¿que me las cobras a mi?
Cuarto, aquí dejo una simple idea, que puede llevarse a cabo mañana mismo, con un poco de voluntad de acción.
Poner en cada uno de los postes de luz de calles, rutas, caminos lo que sea donde haya un poste de luz,  paneles individuales de energía solar con un pequeño  almacenamiento de energía bajo el suelo. Cada uno de los postes puede iluminar los caminos sin necesidad de gasto energético mas que su mantenimiento ya que son autosuficientes, se alimentan de la luz solar todo el día, durante todos los días, el cambio de consumo estructural sería muchísimos mas que significativo. Los miles y miles de kilómetros de cable de acero que unen esos postes pueden ser removidos, mejorando el paisaje, y reutilizados para la industria, construcción, manufactura y exportación de productos, o como simple materia prima para fundición si alguien así lo deseara, la perspectiva de negocios solo con dichos cables pagarían por su cuenta el cambio realizado, además de poner marcha nuevos circuitos técnicos, logísticos, creativos y comerciales. Aliviado el trazado eléctrico  cada uno de los hogares podría tener su energía gratuita. Mientras se puede analizar como llevar la misma experiencia de las rutas y calles a los hogares y empresas…

Esa es solo una idea factible, mucho mas potente que agachar la cabeza y pagar las dos pizzas que a las próximas generaciones puede costarles la vida misma, al final de cuentas, si la luz lo es todo…

(Leonardo Cabarcas)

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