Días atrás me explicaban con suma lógica una serie de
motivos por los cuales no estaba mal pagar una factura de luz incrementada por
no tener ayuda estatal.
Entre las explicaciones surgió una que no pertenecía a mi
interlocutor, frase escuchada, frase que desde las matemáticas tienen lógica,
pero no desde la concepción humana. De todas formas no pude evitar quedarme
pensando en ese diálogo. ¨Leo, dos pizzas es la factura de luz, no es tanto, si
pensamos que pagamos televisión por cable, internet, telefonía móvil ¿que nos
cuesta pagar, incluso es menos de lo que pagamos por estas cosas? La luz es
todo, sin luz no haces nada, la luz es indispensable casi todo funciona con
electricidad y nos quejamos porque sube la factura de luz ?, algo tan
indispensable como la luz no podemos andar mezquinando el pago.¨
Bien, ese argumento
me dejó un poco sin palabras, lo único que pude responder al revoleo fue: ¨Creo
que como se dispone de la tecnología necesaria para dar energía a todas las casas
nadie debería pagar la luz¨. Ahhhhhhhh en eso si estoy de acuerdo- me
respondieron-.
Aquí mis conclusiones: Mi interlocutor no importa porque ese
argumento no es de su propiedad, pero si es un argumento que ayuda a la
distorsión. Del cual muchas personas terminan por ser víctimas de lo que se
repite una y otra vez hasta parecer cierto.
En primer lugar, las cuentas mas claras, dos pizzas para una
persona nunca serán lo mismo que para todo un conjunto social, ahí en el
mensaje reside la perversa ilusión de que solo me hablan a mí, el mensaje me aísla
del conjunto, entonces sólo dos pizzas no influyen en nada. Pero no son dos,
son muchísimas mas.
Dos pizzas por cada habitante de una sola manzana donde
supongamos entrega una pizzería. Dos pizzas por mes de cada uno de esos
individuos para una pizzería de barrio puede significar la gloria misma. En los
relevamientos de zona que hacía pizza hut se calculaba que con que cada vecino
pida solamente una vez al mes el negocio era sumamente rentable. En algún
relato gastronómico podría ampliar la cadena, pero para resumir esa pizza por
mes de cada uno de los vecinos nos aseguraba, un local puesto a todo culo, 20
empleados, 10 motos para entrega a domicilio y proveedores de harina, verduras,
bebidas y por supuesto quesos y fiambres, cristalería, artículos de limpieza se
pongan en movimiento una vez por semana para abastecernos, movían sus productos
y su mano de obra, todos y cada uno poníamos en marcha un circuito que damos
por descontado al ser casi imperceptibles sus eslabones.
En segundo lugar, a diferencia de la televisión por cable,
internet, telefonía móvil, la luz no es
bien de distracción, entretenimiento o status, ese tipo de cosas son
privilegios, cosas que uno se puede o no permitir pero que en definitiva no
terminan siendo sustanciales para la vida.
La luz, la energía es un servicio de PRIMERA necesidad, como
el agua, como el gas, y como bien me decía la persona con la que hablaba, la
luz hoy por hoy lo es TODO o casi todo, envuelve una parte sustancial para el
conjunto de la sociedad. Permitir
ponerle precio y justificar incluso sus aumentos habla de lo perfectamente adaptado
que se puede estar a una sociedad enferma, y el estar perfectamente adaptado a
una sociedad enferma no es un síntoma saludable (la frase no me pertenece
pero si me identifica rotundamente). En vez de pensar para mejor, justificamos
lo peor. En un mundo donde el negocio está en la escasez, justificar el pago y
seguramente próspero negocio a la energía es casi como ponerse la soga al
cuello, o una simple ruleta rusa para las próximas generaciones.
Los servicios de primera necesidad deben ser gratuitos y
abiertos a todo el mundo, asegurando un bienestar mayor para el conjunto, no
podemos permitir que se cobre por el agua, la luz o el gas, todo lo contrario,
deberíamos exigir, proponer o crear los medios para que no les falte a nadie.
Precisamente porque son sustanciales para la vida. Los Estados tienen la
obligación de brindar protección y bienestar a sus ciudadanos, para eso fueron
creados, y los integrantes de los estados (nosotros las personas) deberíamos
exigir ir en esa dirección. Crear abundancia, salir de pagar cosas que ya no
debemos pagar. No hay ningún tipo de justificación para pagar algo que no
debemos, que pasaría si alguien nos quiere cobrar por tomar sol al aire libre?
O por respirar en determinadas zonas, o tomar agua de un
río? No se puede no? Suena absurdo! Sencillamente porque abunda. Y de no ser
así, claramente tendría un precio. Casi por pedido nuestro estamos convirtiendo
algo vital en algo que con el correr de los años puede claramente ser inducido
a la escasez, o lo que es peor, como ocurre ahora, tenemos la tecnología para
crear abundancia y esta retenida porque no es negocio. Entonces no podemos avalar esa dirección. Ya
no es ni comunismo, ni marxismo, ni leninismos, ni peronismos, ni radicalismos,
ni humanismos, ni ningún ¨ísmo¨siquiera. Es crear Conciencia nada mas, nada
menos.
Tercero, la respuesta más lógica y callejera que se me
ocurre puede ser ¨y si son solo dos
pizzas pagalas vos ¿que me las cobras a mi?
Cuarto, aquí dejo una simple idea, que puede llevarse a cabo
mañana mismo, con un poco de voluntad de acción.
Poner en cada uno de los postes de luz de calles, rutas,
caminos lo que sea donde haya un poste de luz, paneles individuales de energía solar con un
pequeño almacenamiento de energía bajo
el suelo. Cada uno de los postes puede iluminar los caminos sin necesidad de
gasto energético mas que su mantenimiento ya que son autosuficientes, se
alimentan de la luz solar todo el día, durante todos los días, el cambio de
consumo estructural sería muchísimos mas que significativo. Los miles y miles
de kilómetros de cable de acero que unen esos postes pueden ser removidos,
mejorando el paisaje, y reutilizados para la industria, construcción,
manufactura y exportación de productos, o como simple materia prima para
fundición si alguien así lo deseara, la perspectiva de negocios solo con dichos
cables pagarían por su cuenta el cambio realizado, además de poner marcha
nuevos circuitos técnicos, logísticos, creativos y comerciales. Aliviado el trazado
eléctrico cada uno de los hogares podría
tener su energía gratuita. Mientras se puede analizar como llevar la misma
experiencia de las rutas y calles a los hogares y empresas…
Esa es solo una idea factible, mucho mas potente que agachar
la cabeza y pagar las dos pizzas que a las próximas generaciones puede
costarles la vida misma, al final de cuentas, si la luz lo es todo…
(Leonardo Cabarcas)
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