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lunes, 28 de marzo de 2016

Sólo un hombre mas...

(Leonardo Cabarcas)

En el año 92´ un compañero de la secundaria me dijo ¨escuchate esto¨, puso un vinilo en mis manos ¨si te gusta te lo regalo, lo tengo en casete también¨. Los discos casi fuera de circulación, casete de moda y todas las casas se preparaban para los CD.
La tapa: Dibujitos raros medio cavernícolas y palabras desconocidas acompañadas de una afirmación rotunda, precisa: ¨Bersuit Vergarabat… Y Punto¨.
La Argentina, venía de cargar culpas en el gobierno saliente de un Alfonsín, que debió entre otras cosas, aguantar los embates de empresas que no querían ser reguladas de ninguna manera, de militares que pugnaban por seguir siendo intocables a pesar de los juicios, y de los, o, EL medio de comunicación que  disponía de una agenda muy distinta a los intereses de la gente. Don Raúl debió entregar antes su mandato, la sensación era que lo hacía o se lo llevaban puesto. El nuevo presidente prometía soluciones ¨en solo una semana¨ de mandato, revolución productiva, inclusión, mejor educación, una nave para viajar a la estratósfera, prometió prosperidad y unión a los argentinos,  dijo que podían ser capaces de lo que deseen, que merecíamos vivir como un país de ¨primer mundo¨, al cual también íbamos a estar afiliados…Esa eterna costumbre de buscar soluciones desde afuera, cuando siempre y absolutamente siempre estuvieron adentro, una mezcla rara de tenemos con qué, pero no las pelotas necesarias para hacerlo por nuestra cuenta, como el hijo que se va de casa de sus padres a vivir solo y sigue solicitando permiso y aprobación a cada paso de que da.  Poquitos días después Argentina contrajo una de las mayores deudas de su historia, dinero imposible de devolver.

Nos invitaban desde EEUU, nos recibían con los brazos abiertos de contentos, llegó un dineral, se llenó de cadenas y shoppings de consumo masivo, negocios que solo hacían que pibes trabajen por dos mangos la hora y que el kiosquero de la esquina deba cerrar, el almacenero también y la cosa continuaría…Los medios hablaban de mascotas, de la ¨pesada herencia¨, de famosos, de viajes al exterior, de los nuevos sitios que abrían para dar ¨trabajo¨ sin hablar de lo que se cerraba por esos sitios que provocaban un parasitario derrumbe interno. Se pedía más dinero para pagar lo que no se podía pagar, y como no lo había comenzó a pasar a manos privadas las arterias y venas de una nación:  Agua, energía, transporte, comunicación y recursos. El peso argentino era igual a un dólar y había que sostener semejante mentira, con una fiesta perversa e ilusoria. Parecía que se estaba bien, o mucho mejor para el ojo indiscreto. La fiesta empezó, viajes al exterior, pizza con champagne, llego el sushi, los whiskys mas caros salían dos mangos, en la falsa lucha contra el narcotráfico llegaban drogas de todos los colores, no se perseguía a los que hacían el negocio, sino a los que consumían, por un lado ¨pasen por acᨠy por otro irónicamente la persecución era sobre las víctimas de eso que se permitía. Fiesta fiesta y mas fiesta, chorreaba dinero y chorreaba mas deuda, pero nunca entendimos que la fiesta nunca puede ser para treinta y pico de millones…y mientras estábamos ocupados festejando el presidente sonreía carismático, contaba chistes y hasta era simpaticón, mientras, a su alrededor la seguridad despejaba a sopapos a cualquiera que se atreviera a preguntar un poquito mas allá, el que no festeja cobra…Y entre tanta y tanta fiesta unos psicópatas en pijama desde lo mas oscuro de Buenos Aires veían claramente lo que nadie podía ver, y lo denunciaban con bronca, ironía, humor despiadado y sin reglas, siempre regocijándose en la mierda que era de ellos y era nuestra, nuestra mierda.  Y yo…yo venía del palo de sumo, un pelado que hablaba raro y también se mofaba de las contradicciones argentinas.  Bersuit Vergarabat, se convirtió en mi banda nacional de cabecera, como las palabras ya no alcanzaban el lenguaje donde no hay lenguaje era una buena alternativa para mi. No hay una banda argentina que a lo largo de sus discos se pueda ver tan claramente, lo que sucedía política y socialmente, una joya para los historiadores del futuro. Curiosamente a partir de 2005 (Testosterona) Las letras comienzan a cambiar, poco a poco el enojo va quedando de lado, las letras comienzan a oler cierta reivindicación y búsqueda del bienestar, para el 2009 Gustavo Cordera (vocalista y cofundador) deja de estar enojado y como muchos otros, cuando el entorno deja de ser tan jodido con las personas hay tiempo para mirar hacia dentro del espíritu y comenzar una ¨Caravana Mágica¨. La persona que me entregó ¨Y punto¨ se llama Hernán Etchaleco a quien le agradezco profundamente la ofrenda, el no sabe la cantidad experiencias futuras que me estaba entregando y que tantas veces me rescataron de la debacle…Pasaron 24 años de ¨Y Punto¨ Extrañamente empieza a sonar como recién salido del horno…



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