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martes, 31 de enero de 2017

¨El peón y el Patrón¨ Cuento corto parte II


(L.C)

El patrón dijo en voz alta.- ¨No podemos seguir pagando subsidios¨-. Hábill y astuto, sólo mencionó como subsidio la Asignación Universal por Hijo. Esto lo pagamos entre todos para mantener vagos, bramó de manera calculadora. Secretamente en su interior el patrón veía correr en otra dirección el dinero que quería tener en sus arcas.
El peón y sus camaradas repitieron celosamente- ¨No podemos pagar más subsidios para mantener gente que no quiere trabajar-¨.
-¡¡JUSTICIA!!- gritó el patrón.
-¡¡¡JUSTICIA!!!  Hicieron coro los peones.
Otra mañana el patrón despertó y dijo en voz alta: -¨Basta de derechos humanos los ladrones y los asesinos entran y salen de las cárceles¨-.
Los peones atemorizados replicaron: -¨ ¡JUSTICIA! Queremos que esas bestias se queden en la cárcel. Basta de derechos humanos¨-
Secretamente en la mesa de los patrones, se sabía que nada tienen que ver los derechos humanos con la delincuencia.
Motivado por la excitación del coro el patrón bramó una vez más: - ¨No podemos seguir pagando impuestos a las ganancias es mucho lo que se paga así no se puede vivir¨-.
Los peones no dudaron: - ¨Basta de impuesto a las ganancias así no se puede vivir¨-.
Los demás patrones se acercaron al escuchar el griterío y con lengua filosa a toda voz clamaron:- ¨Necesitamos un cambio basta de medidas populistas que no le hacen bien a nadie¨-
Y el dulce eco para sus oídos replicó: -¨Necesitamos un cambio basta de populismo¨-
Alienados por su propio coro se presentaron a votación para traer los cambios. Una noche de noviembre la mesa de los patrones abría champaña ante la noticia del triunfo. Ahora ellos cambiarían algunas cosas.
Quitaron los subsidios a la luz, el combustible y transporte, ese dinero que llegaba a las casas y a la vida de los peones se lo dieron a los patrones dueños de la luz, dueños del combustible, dueños del transporte. Los peones no sabían hasta el momento todas las cosas que tenían subsidio. Pero como había más subsidios  los patrones cumplieron a rajatabla, entonces quitaron también el dinero para educación, para la investigación científica y otras tantas que los peones ni enterados.
Cuando los peones quisieron protestar cumplieron la segunda consigna, eliminaron los derechos de los seres humanos. La protesta ya no era un derecho y la integridad física de las personas tampoco, entonces a los peones protestones los reprimieron con palos y balas de goma, encarcelaron a aquellos que quisieron mostrar lo que sucedía.
Sin derechos humanos de por medio, los patrones liberaron de a poco a asesinos y ladrones amigos de ellos que en otras épocas anduvieron matando gente para robarle sus tierras, sus frutos y su dignidad. Al fin y al cabo gracias a esas riquezas usurpadas habían logrado ser los patrones de antaño y hoy día.
Drogados de poder quitaron los impuestos a las ganancias que pagaban ellos, que como eran tan ricos y tan fastuosos los impuestos tenían otro nombre, se llamaban retenciones, y así, quitaron las retenciones a la minería, a la exportación de grano y de agricultura y ganadería.
Pero el impuesto de ganancias, el que debían pagar los peones nunca lo quitaron.

Y así los patrones le hicieron creer a los peones que eran parte de una mesa a la que nunca se sentaron ni se sentarán, ¨ellos¨ son una mesa muy chica, los peones que clamaron contra el ¨populismo y los negros¨ nunca supieron que para los patrones cualquiera que no esté sentado a su mesa también es un negro.

lunes, 16 de enero de 2017

¨El peón y el Patrón¨ cuento corto.




(L.C)

El patrón  temprano por  la mañana se acerca al peón y le pregunta:
-¿Cómo están nuestros animales?-
-Los animales bien patrón, hay que llamar al veterinario porque hay uno que está un poco enfermo parece que no quiere comer, pero los demás están bien.-
- ¿Y cómo están nuestras manzanas?-
-¡Nuestras manzanas muy bien mejor que nunca!-
¡Excelente!, parece que vamos a tener un buen año!
Diálogos como este, en distintos contextos o lugares he presenciado en muchas ocasiones.
Si usted lee atentamente el patrón participa al peón como si fueran socios. Lo incluye.
La realidad es que el peón sólo trabaja, los animales no son suyos, ni las manzanas, ni recibirá una parte de las ganancias del año prometedor. El patrón tiene su casa, su estancia o como quieran llamarlo. El peón una casita, en el medio del campo que no es suyo (tampoco la casita). Está incluido en la conversación y lo más probable es que se le  hable con un tono casi cómplice, aunque lo único que le pertenece es el compromiso de defender y pensar como si fuera suyo un ¨mundo¨ que no es de su propiedad.
Pero nada es de Él, es todo del patrón…


(Continuará)

jueves, 12 de enero de 2017

Mil palabras en imágenes



Observar bien las fechas, una declaración a mitad de año, y casualmente un pedido muy similar unos meses después. 








jueves, 5 de enero de 2017

Silencio. El plan del cambio.




(Rodrigo Avelleira)

Esto no fue contado en su momento.
A principios de los '90, verán que no es capricho la referencia, el único paliativo contra el virus de HIV era una droga llamada AZT. En el Hospital Muñiz la aplicaban gratuitamente; por las características de la droga, debía trazarse un cronograma periódico y constante. No se curaba, pero ayudaba mucho y mejoraba la calidad de vida notoriamente al infectado.
Un amigo mío tenía HIV aquellos años. Se trataba en el Muñiz. Por una transa económica se cambió de laboratorio y Víctor, mi amigo, y cientos de otros más se encontraron que durante tres meses el tratamiento a la fuerza fue discontinuado. Esos 90 días fueron letales.
Mi amigo murió despacio en la cama de su casa, una simple bronquitis lo arrastró.
Cientos de otros también se fueron. La enfermedad y el enfermo estaban estigmatizados, así las cosas de ésta hijaputez supimos y sufrimos pocos, no había medios que lo reflejaran. El silencio, todavía, era salud.
Hoy alguien decidió discontinuar los paliativos contra la tuberculosis, enfermedad antigua y trágica sin tratamiento. Hace unos meses alguien, seguro que el mismo, quitó de las cartillas de PAMI más de 200 medicamentos sin que nadie le mueva (a él no se le mueve nada) un pelo.
Ése alguien decide literal y directamente sobre la vida de mucha gente. A la noche llega y besa a sus hijos, cena con su mujer, elige una película, disfruta de sus nietos; un rato antes cortó el suministro de una medicina que salva vidas; seguramente por un tiempo, retomarán después cuando decidan que ahora sí hay plata para los tuberculosos.
A ése alguien lo imagino hombre, de prejuicioso nomás.
Hay decisiones que parecen aislada pero tienen una historia que traza directamente el perfil de prioridades que tienen los que nos gobiernan, los que tienen la lapicera pesada.
Hay decisiones que parecen aisladas pero que son parte de un plan. Hay un plan.
Aquella vez se supo que Menem debía un favor a un laboratorio gigante y que la demora del laboratorio ejecutó a esos cientos entre los que estaba Victor.
Pero eran "sidosos", así se los señalaba y les juro que había gente que no quería darles la mano por miedo a contagiarse. Sin abrazos y sin paliativos, se apagaron en el silencio se una sociedad que siempre, siempre, les da la espalda a los marginales que la misma sociedad crea.
Hoy nos gobierna el mismo pulso. La misma mierda, sin políticos de por medio. Nos gobiernan los gerentes. Y seguirán cargando sus vidas vip mientras le apagan la vida a otro, a sola firma y de dueño directo.
Les molesta 20 cortando una avenida y no les jode 5 cortando el suministro de medicamentos. Andar en coche, llegar, es mas importante que curar enfermedades. Esa es la verdadera colonización de la conciencia.