(L.C)
El patrón dijo en voz alta.- ¨No podemos seguir pagando
subsidios¨-. Hábill y astuto, sólo mencionó como subsidio la Asignación Universal
por Hijo. Esto lo pagamos entre todos para mantener vagos, bramó de manera
calculadora. Secretamente en su interior el patrón veía correr en otra
dirección el dinero que quería tener en sus arcas.
El peón y sus camaradas repitieron celosamente- ¨No podemos
pagar más subsidios para mantener gente que no quiere trabajar-¨.
-¡¡JUSTICIA!!- gritó el patrón.
-¡¡¡JUSTICIA!!!
Hicieron coro los peones.
Otra mañana el patrón despertó y dijo en voz alta: -¨Basta
de derechos humanos los ladrones y los asesinos entran y salen de las cárceles¨-.
Los peones atemorizados replicaron: -¨ ¡JUSTICIA! Queremos
que esas bestias se queden en la cárcel. Basta de derechos humanos¨-
Secretamente en la mesa de los patrones, se sabía que nada
tienen que ver los derechos humanos con la delincuencia.
Motivado por la excitación del coro el patrón bramó una vez más:
- ¨No podemos seguir pagando impuestos a las ganancias es mucho lo que se paga
así no se puede vivir¨-.
Los peones no dudaron: - ¨Basta de impuesto a las ganancias
así no se puede vivir¨-.
Los demás patrones se acercaron al escuchar el griterío y
con lengua filosa a toda voz clamaron:- ¨Necesitamos un cambio basta de medidas
populistas que no le hacen bien a nadie¨-
Y el dulce eco para sus oídos replicó: -¨Necesitamos un
cambio basta de populismo¨-
Alienados por su propio coro se presentaron a votación para
traer los cambios. Una noche de noviembre la mesa de los patrones abría
champaña ante la noticia del triunfo. Ahora ellos cambiarían algunas cosas.
Quitaron los subsidios a la luz, el combustible y
transporte, ese dinero que llegaba a las casas y a la vida de los peones se lo
dieron a los patrones dueños de la luz, dueños del combustible, dueños del
transporte. Los peones no sabían hasta el momento todas las cosas que tenían
subsidio. Pero como había más subsidios los
patrones cumplieron a rajatabla, entonces quitaron también el dinero para
educación, para la investigación científica y otras tantas que los peones ni
enterados.
Cuando los peones quisieron protestar cumplieron la segunda
consigna, eliminaron los derechos de los seres humanos. La protesta ya no era
un derecho y la integridad física de las personas tampoco, entonces a los
peones protestones los reprimieron con palos y balas de goma, encarcelaron a
aquellos que quisieron mostrar lo que sucedía.
Sin derechos humanos de por medio, los patrones liberaron de
a poco a asesinos y ladrones amigos de ellos que en otras épocas anduvieron
matando gente para robarle sus tierras, sus frutos y su dignidad. Al fin y al
cabo gracias a esas riquezas usurpadas habían logrado ser los patrones de
antaño y hoy día.
Drogados de poder quitaron los impuestos a las ganancias que
pagaban ellos, que como eran tan ricos y tan fastuosos los impuestos tenían
otro nombre, se llamaban retenciones, y así, quitaron las retenciones a la
minería, a la exportación de grano y de agricultura y ganadería.
Pero el impuesto de ganancias, el que debían pagar los
peones nunca lo quitaron.
Y así los patrones le hicieron creer a los peones que eran
parte de una mesa a la que nunca se sentaron ni se sentarán, ¨ellos¨ son una
mesa muy chica, los peones que clamaron contra el ¨populismo y los negros¨ nunca
supieron que para los patrones cualquiera que no esté sentado a su mesa también
es un negro.
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