Nos hacemos eco de una nota de Belen Ennis, tomada del sitio web eppa.
La nota habla por sí sola, una nota con enlaces donde se puede chequear y comprobar fácilmente las fuentes que cita la autora.
En varias oportunidades, hemos advertido que muchos periodistas o medios de comunicación no son de fiar, o al menos la información que brindan debería ser verificada por parte del lector.
Compartimos la nota:
“¿En qué país el Estado le paga a la gente la luz, o le paga
el gas o le paga el bondi? Yo no conozco ninguno”. Con esta frase abrió su
último programa Jorge Lanata, el periodista que históricamente se jactó de
“recontra-hiper chequear” toda la información que llega a sus manos. Para
refutar semejante zoncera nos valdremos del propio Fondo Monetario
Internacional (FMI) y su reporte titulado “Contando el costo de los subsidios
energéticos” (2015). Allí, el organismo afirma que “los países del G-20 pagan
más de 1.000 dólares per cápita en subsidios a los combustibles fósiles”. Por
cierto, en la Argentina -que es miembro del G-20- los subsidios rozaban los 500
dólares por persona antes del 10 de diciembre de 2015.
Del informe aludido se desprende que, por ejemplo, EE.UU.
paga 700.000 millones de dólares al año en subsidios a los combustibles
fósiles, lo que equivale a 2.180 dólares por persona; Australia, a su vez,
otorga 1.260 dólares per cápita para subsidios energéticos, mientras que el
Reino Unido destina 41.000 millones de dólares en subsidiar las energías
convencionales, lo que equivale a 635 dólares por cada ciudadano. En igual
sentido, los países con mayor nivel de subsidios a los combustibles fósiles al
año y por persona son los Estados petroleros del Medio Oriente: en Qatar llegan
a los 6.000 dólares, en Arabia Saudita 3.400 dólares y en Emiratos Árabes
Unidos 3.000 dólares por cabeza.
“Acá, durante 12 años, se le pagó a la gente la luz, el gas
y el bondi. Nosotros, por 12 años, pensamos que era normal. Bueno, ¡no era
normal! Esto es plata y alguien la pone. O la ponemos nosotros o la pone el
Estado. No podemos aceptar como normal que el Estado pague la luz, el gas o el
colectivo de la gente”, manifestó Lanata en su programa. En primer lugar, una
aclaración. “Nosotros” también somos “el Estado”. Es decir y al igual que
sucede en otras partes del planeta Tierra, esa plata la ponemos “nosotros” a
través del Estado. Gracias a ello y por ejemplo en materia gasífera, pudimos
incrementar la producción sin pausa desde 2013 y lograr una reducción de las
importaciones del 22% en relación al año pasado (primer cuatrimestre
interanual).
Aclarado lo anterior, queremos preguntarle al Sr. Lanata si,
siguiendo su línea de razonamiento, son tan “anormales” como la Argentina
países como EEUU, Australia o el Reino Unido, quienes multiplican sus subsidios
energéticos en relación a nuestro país.
Más información…
El documento del FMI alega incluso que los subsidios a los
combustibles fósiles son significativamente importantes a nivel nacional -casi
el mismo porcentaje que se deriva para gastos en materia de defensa – en
comparación con el PBI: en los EEUU. (3,8%), en Australia (2,0%) y en el Reino
Unido (1,4%). Al mismo tiempo, los subsidios son una aún mayores en proporción
al PBI en países como China (20%), India (12%) y Ucrania (60%).
“Las tarifas subsidiadas son el 70% del déficit del país. O
sea, el 70% de lo que el país pierde, lo pierde por pagarnos la luz, el gas y
el bondi”, expresó Lanata, sin aclarar de dónde provienen sus estimaciones. Por
nuestra parte, y basándonos en el informe del FMI, le aclaramos que la
Argentina destina el 3,25% de su PBI a pagar subsidios energéticos (413 dólares
per cápita), apenas unas centésimas por debajo del “anormal” Estados Unidos, y
que subsidiar la energía no constituye ninguna pérdida sino fuente de ingentes
beneficios porque a energía más barata, mayor consumo per cápita, y a más altos
niveles de consumo, mayor el crecimiento del PBI, mayor expectativa de vida,
mejor Índice de Desarrollo Humano y menor mortalidad infantil, delincuencia y
corrupción. Es que la calidad de vida de una población y su nivel de desarrollo
económico (autosuficiencia y modernización de su aparato productivo e
industrial) es directamente proporcional a su consumo energético, Sr. Lanata.
Si duda de esta relación matemática, recomendamos lea de nuestro Observatorio
el informe titulado “Alto consumo energético per cápita: ¿Malo o bueno?” (ver
bibliografía).
Cerramos finalmente trayendo a colación una última frase
vinculada a esta cuestión. Dijo Ud. que “para que la luz cueste lo que tiene
que costar, tiene que subir dos veces más. Y el gas tiene que subir un tercio
más, está en dos tercios del costo real. Entonces, acá alguien tiene que poner
la plata. Nos guste o no nos guste. Tienen que ir ajustando las tarifas y las
tarifas, en algún momento, tienen que estar en el precio real”. ¿Cuál es el
precio real y quiénes lo establecen? ¿Las productoras gasíferas a las que Macri
les transfirió más de 3.000 millones de dólares? ¿Acaso Ud. analizó datos de
producción e importaciones de gas natural del Ministerio de Energía entre 2014
y el tarifazo? ¿Sabe qué pasó? Mejoraron ostensiblemente; es decir, las
empresas invirtieron y recuperaron la producción, y no lo hicieron a pérdida; y si se endeudaron para hacerlo, ya era hora
que se endeuden también. ¿O Ud. cree que sólo es el pueblo argentino es el que
tiene que endeudarse?
Señor Lanata, para su (des)conocimiento, sepa que los países
más industrializados del orbe subsidian la energía por considerársela parte
vital e imprescindible de su desarrollo económico y bienestar social de su
población. Y si aún no nos cree, tenga a bien leer el artículo publicado por
The Guardian en agosto de 2015 titulado “Los países del G20 pagan más de 1.000
dólares per cápita en subsidios a los combustibles fósiles, dice el FMI” (ver
bibliografía). Para su comodidad, lo traduciremos próximamente, aunque recuerde
que el nuestro, si bien del G-20, no llega a 500 dólares per cápita (en franca
caída desde el 10 de diciembre de 2015). A modo de ejemplo y extraído del
citado artículo, sírvase del siguiente gráfico:
Por Belen Ennis
Bibliografia
Bernal, Federico. “Alto consumo energético per cápita: ¿Malo
o bueno?” http://oetec.org/nota.php?id=1922&area=17
Informe del
FMI “Counting the Cost of Energy Subsidies” (Julio – 2015)
http://www.imf.org/external/pubs/ft/survey/so/2015/new070215a.htm
The
Guardian (04/08/2015)
https://www.theguardian.com/environment/2015/aug/04/g20-countries-pay-over-1000-per-citizen-in-fossil-fuel-subsidies-say-imf
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